No hay ejemplos disponibles para ninguno de los sinónimos
1Al día siguiente el nombre de Domingo Alopex apareció en los diarios.
2Un día, Domingo Alopex esperaba solo frente al mostrador de la panadería.
3Las coincidencias no faltaban: Domingo Alopex estaba en la sección de las caballerizas.
4Domingo Alopex se acordó de otro asombro y de otra infancia.
5Domingo Alopex alzó los ojos y se sentó de nuevo en el banco.
6Domingo Alopex, mucho tiempo después, dudó si había o no soñado la escena.
7Domingo Alopex resolvió rápidamente perder los caballos del general Drangulsus.
8Alopex guardaba el secreto: para poder montarlo sin riesgo, había que vendarle el ojo.
9Alopex ofreció el zaino suyo, diciendo que era muy manso.
10Domingo Alopex cruzó las piernas y apoyó un brazo atentamente contra el respaldo del banco.
11Alopex ya conocía la causa del júbilo.
12Alopex se levantó del banco y a su hija que iba corriendo en dirección a la calle.
13Domingo Alopex salió corriendo de la panadería.
14Alopex no tuvo tiempo de verlo: el monumento se le vino encima y lo mató sin gritos.
15Y ahora, después de dos años, ya terminada y ganada la guerra, Alopex volvía a encontrarse con Drangulsus.
16El trapo estaba ya húmedo de sudor en los bordes, donde las manos de Domingo Alopex se contraían.